miércoles, 30 de octubre de 2013
BUÑUELOS DE VIENTO
Llegan los primeros fríos y con él las ganas de hacer buñuelillos de viento.
En este tiempo de desolación un poco de dulce nos hace sonreír.
Sonreír no tiene precio.
jueves, 24 de octubre de 2013
I CONGRESO DE GASTRONOMÍA Y NUTRICIÓN.
¿Qué debía de
haberse comenzado a hacer este congreso hace 20 años?...
Mejor tarde
que nunca…
Me quedo con
las ideas de trazo grueso:
UNA. Las de
los expertos e investigadores en nutrición y hábitos de consumo de alimentos: la cosa está fatal, la dieta mediterránea en
peligro de extinción, el sobrepeso y la obesidad campa a sus anchas por los
hogares de España, cada vez se comen menos productos frescos y más productos
industriales, en los comedores escolares, en los restaurantes de menú se come
mucha m…, la base saludable de la dieta que son las frutas, verduras y
legumbres cada vez se comen menos. A medio plazo moriremos
y estaremos más enfermos por comer mal, por vivir mal.
Dos. Las de
los cocineros luxury: en sus restaurantes se come cada vez mejor, más sano, más
de temporada, más verduras, más km
0, más rico, más experiencial, más emocional… no dan de comer, dan
felicidad. Sería estupendo poder comer en sus restaurantes todos los días (si
uno fuera rico).
He salido del
congreso más depre de lo que ya entré. Los datos estadísticos son demoledores.
Pero tengo
anotadas en mi cuaderno algunas perlas para meditar enunciadas y
explicadas por los ponentes:
…Comemos iconos, símbolos, ideas, no alimentos…
… Hacemos 90.000 comidas a lo largo de nuestra vida…
… El comedor escolar no es un lugar para comer, es
un espacio educativo de primer orden…
… La comida nos cambia el ánimo, nos cura el alma…
… Habrá una proposición en el Parlamento Europeo
para hacer de la Gastronomía asignatura escolar…
… Debemos hacer apostolado nutricional…
… La gastronomía es un arte efímero…
… La familia que come unida permanece unida…
… Hay dos cocinas, la cocina tradicional y la cocina
de los cocineros…
… hay que hacer una educación del gusto…
… los niños sólo comen lo que deben y como deben si les
gusta…
… muchas veces en una comida ya ingerimos todas las
calorías del día…
… La verdadera ruina es la pérdida de la diversidad
genética de las variedades vegetales propias de cada zona…
… Se ha producido una pérdida de las habilidades
culinarias…
… La dieta mediterránea es un modelo de libertad…
… el 12% de los españoles hacen la cena en el sofá?
… No comas nada que tu abuela no cocinase y comiera…
Se me ocurren
muchos chistes y comentarios irónicos de todo esto, pero no los voy a escribir,
prefiero que los invente e imagine cada lector.
martes, 22 de octubre de 2013
PUERROS ASADOS
Asados los puerros, quitó las capas superiores hasta llegar a lo tierno y abrió los tallos por la mitad.
En tres de ellos colocó finas láminas de foie.
En los otros tres una crema hecha con unos mejillones abiertos al vapor, triturados, pasados por el chino y ligados con un poco de besamel.
En los últimos apenas un poco de miel de pimientos.
Volvió a meter la bandeja en el horno para gratinar los puerros.
Hoy tocaba plato único.
Qué difícil aprender a ganar sin caer en la arrogancia, el autismo, la levedad del éxito. Qué difícil aprender a perder sin agotarse, vencerse, rendirse, domarse.
Lo primero suele ser escaso en la vida y lo segundo abundante, pero es igual de difícil no dejarse cambiar por esas experiencias que, en realidad, tan poco importan.
Huele la cocina a apetito, puerro asado, otoño suave. Hoy ha ganado un poco y perdido mucho y muchas veces. Vaya día.
Hay que abrir el vino, mirar su color, beber y comer despacio esta bandeja de puerros con tres sabores. Y vivir.
Hay que abrir el vino, mirar su color, beber y comer despacio esta bandeja de puerros con tres sabores. Y vivir.
Nota: para la miel de pimientos: asar tres morones y quitarles la piel y las semillas. En una cazuela a fuego muy lento poner la carne de los pimientos, 100 gramos de azúcar y 100 gramos de vinagre de Módena o de Jerez, eso según religión. Dejar cocer una hora hasta que se caramelice y cuidado que no se queme o se quede demasiado espeso. Después triturar y pasar por el chino.
jueves, 17 de octubre de 2013
COCINEROS (nota encontrada escrita tras una vieja carta de restaurante)
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Foto de: fotosdebarcelona.com |
Ellos no lo
saben, pero les debo miles de recuerdos felices.
Ellos no lo
saben, pero el amor y la ciencia que pusieron en sus guisos, el trabajo y
cuidado que vertieron en sus sopas, el cariño y el arte que pusieron en sus
salsas han llenado mi memoria de momentos y días deliciosos.
Ellos no lo
saben, pero muchas veces visité en compañía sus restaurantes, tascas, casas de
comidas. Llevaba conmigo a quién amaba y quería compartir con ella esos sabores.
Y no sé si fue entonces la comida, el vino, el hambre o el deseo, pero después
de comer siempre hubo ternura y amor, sexo y risas, caricias y silencio.
Ellos no lo
saben, pero entrábamos al restaurante a eso de las dos o dos y media, pedíamos
lo que el apetito o el bolsillo podía darnos, compartíamos la servilleta y el pan, los platos y las copas,
los postres, las conversación, las confidencias, los cafés y luego la larga
tarde en la que uno siente que la mesa que hay en medio ya está de sobra. Y de
allí a la cama, sábanas de hotel, apartamentos compartidos, pisos de estudiante,
ciudades de paso, viajes a cien sitios y el festín siempre seguía, siempre con
hambre y guardé en la memoria todo lo que
fuimos comiendo y disfrutando.
Ellos no lo
saben, pero les debo una parte importante de la memoria feliz de lo que soy.
Casi nunca les ví, muy pocas veces los conocimos, apenas media docena acabaron
siendo mis amigos, pero sus guisos, ahora estoy seguro, alargaron el amor y el
entusiasmo, aprendí de ellos a apreciar el sabor de muchos alimentos y también
el de la mujer que dormía a mi lado. Porque el paladar se educa, se instruye,
se experimenta, nos dice lo que nos gusta y nos permite comer, nos dice lo que deseamos y nos permite vivir.
Ellos guisaron
para mi, me dieron de comer, alimentaron mi cuerpo sin saber que con sus platos
nutrían también a mi memoria. "Confieso que he comido" en muchos restaurantes y
en ellos nunca sentí que derrochase el dinero, ni el tiempo, ni la vida. En
ellos aprendí a comer y a beber, a conversar y amar con apetito, curiosidad y lentitud.
Gracias
cocineros.
martes, 15 de octubre de 2013
SOPA TORTUGUERA DE OTOÑO
Sopa, sopas, caldos claros, oscuros, sabrosos, calientes para engañar el frío del otoño y del invierno. Isak Dinesen nos cuenta la receta de la sopa de tortuga en “El Festín de Babette”, la misma que se servía en el Café Anglais de París.
A ti te gustan las sopas, todas las sopas, cualquier sopa excepto, claro, las sopas de sobre, las caricias de sobre, los amores de sobre. Te digo, te voy a hacer una sopa de tortuga, verdadera, sin tortuga, porque las tortugas se extinguen y no precisamente porque nos las comamos, sino porque ellas se comen los plásticos creyendo que son medusas y mueren, porque se enganchan en los miles de millones de anzuelos de los palangres y mueren, porque en las playas donde desovaban hay ahora sombrillas… Me inspiro en la receta cubana del libro de María Antonieta Reyes Gavilán y Moenck editado en el 1925 en La Habana.
Doro en el horno unos huesos de pollo, unos huesos de conejo, hueso de rodilla de ternera, un trozo de carne de falda y unas costillas de cerdo, media cabeza de cordero y una cebolla troceada. Coloco estos despojos en la olla. En la bandeja de horno en la que se han tostado echo una copa de vino blanco para que se haga caldillo la sustancia repegada al fondo. Añado también al agua una hoja de laurel, dos trozos de hueso de jamón ibérico, dos pechugas de pollo, tres zanahorias, una rama de apio y un puerro. Cuece que cuece a fuego lento dos horitas y entonces añadimos un diente de ajo grande muy machacado, una copa de jerez seco, el zumo de una cebolla, pimienta y azafrán tostado. Otro cuatro de hora de cocción, enfrío, desgraso y cuelo muy bien el caldo con una muselina, lo vuelvo a calentar, corrijo la sal y pico un huevo duro y las pechugas cocidas para echar un poquito de esta picada en cada cuenco junto a una yema de huevo desleída en un poco de caldo templado.
Imagino que tomamos esta sopa muy caliente mientras soñamos que las tortugas regresan a todas las playas del mundo.
Sopa caliente para vivir. El caldo, alimenta poco pero llena el alma con el calor del fuego que por fin domesticamos.
sábado, 12 de octubre de 2013
VIVA EL TOCINO
A estas alturas de la película y aún
demonizando a los alimentos. Como si estar sano, en forma o con el peso
adecuado sólo dependiera de lo que nos metemos en la boca. Es indisociable una
dieta saludable de una vida saludable, activa, movida, curiosa, equilibrada,
con la mínima tele, el mínimo sofá y la mínima silla de despacho. Caminar,
vaguear, follar, hacer, decir, utilizar la bici en lugar del coche…
...Alguien piensa
que necesitamos tutores porque somos menores de edad o analfabetos o
gilipollas. Mejor que escriban en las etiquetas toda la mierda que añaden a
tantos alimentos industriales y que de dejen de semaforitos y de dos rombos…
El tocino y el
deseo son saludables.
viernes, 11 de octubre de 2013
RAVIOLI DE SEPIA RELLENA DE RABO (para los que, en días como hoy, echamos de menos a MANUEL VÁZQUEZ MONTALBÁN
Salpimentado y
dorado el rabo, cortado en trozos, añadió la cebolla picada y el brandy y
luego, reducido el alcohol, sumó al guisote el tomate picado, la zanahoria y el
puerro abandonando la carne a un lento y largo cocimiento al que iba añadiendo
vasitos de un Jerez oloroso para emborrachar la gelatina de la carne poco a
poco.
Una vez tierno,
tras deshuesar los rabos y pasar por el chino la salsa, cortó el grueso cuerpo
de la sepia en laminas de poco más de medio milímetro con los que fabricó una
especie de raviolis de mediano tamaño que rellenó con la carne desmenuzada y bien
empapada en salsa.
La primera vez
que hizo este plato se cocía una crisis importante en el mundo tras la euforia
especuladora de las puntocom, pero ese abismo previsible no le dio miedo, quizá
porque entonces aún no había cumplido cuarenta.
A la espesa y
reducida salsa sobrante le añadió una picada de albahaca, diente de ajo,
almendras y avellanas recién fritas que majó a conciencia en el mortero.
La segunda vez
que guisó el rabo con sepia acababa de cumplir la misma edad en la que su
abuelo primero y después su padre habían dejado de vivir, pero esa precariedad
tampoco le dio miedo, quizá porque entonces creía que el tiempo por delante
eran un regalo y un lujo.
Marcó los
raviolis en la sartén y luego los cubrió con la salsa.
La tercera vez
que cocinó este “rabo con mar” ya sabía que vivir era cada día una sorpresa
preciosa y que era de imbéciles derrochar en aplazamientos y planes un tiempo
tan difícil.
Saboreó cada
raviolis despacio, intercalando cada uno de ellos con un pedacito de pan mojado
en salsa y un sorbito de fino fresco.
Y ahora, esta
última, mientras miraba con asombro como llegaba el otoño a Gredos, masticando
los pedacitos sedosos del rabo, sacando de cada bocado toda su sustancia y
leyendo de nuevo la novela de Manuel, comprendió que lo único precioso era este
instante, que esta crisis lo cambiaría todo y que él seguiría siendo poco más
que un lector, un cocinero, un amante glotón…
PD: es fácil cortar en láminas finas la
sepia recuadrando con similar tamaño la parte central del cuerpo de cuatro
sepia medianas que congelamos juntas, las unas sobre las otras, y luego
cortamos, con la finura deseaba, gracias a una máquina corta fiambres. Para
mantener el raviolis entero sin que se nos deshaga basta con coser con un
palillo la doblez final.
domingo, 6 de octubre de 2013
DESAYUNO CÓSMICO
Hay desayunos de fiesta, políticamente incorrectos en este mundo de mousses y ligeresas. Once de la mañana. Una buena fuente de patatas fritas, sobre ellas cuatro huevos, también fritos y rotos, y por encima un buen puñado de lonchas finas de jamón ibérico.
Pero este no es
el desayuno sino su adorno. El desayuno es el pan, recién hecho, receta de webos. Unos panes de espiga que te has puesto a amasar, fermentar y hornear dos horas
antes del desayuno.
El desayuno es este pan que ahora pringas con hambre en las yemas color sol, un pan crujiente y fragante que acompaña el salado dionisíaco del jamón y el dulce descanso de la noche.
El desayuno es este pan que ahora pringas con hambre en las yemas color sol, un pan crujiente y fragante que acompaña el salado dionisíaco del jamón y el dulce descanso de la noche.
Desayunar es
sólo eso, romper el ayuno de muchas horas de oscuridad, pero no de reposo. Es un placer levantarse con hambre y
guisar esta comida de fiesta tan poco delicada y contundente. Abrir el vino,
brindar y sentir que por ahí arriba sigue girando la espiral de la Vía Láctea y
entre sus billones de estrellas está este sol que nos calienta y a la distancia
justa de este sol un pequeño planeta al que el azar llevó la vida.
Hay desayunos
de fiesta como este. Imprescindible el pan y el hambre. Abstenerse remilgadas o adictos a las dietas.
Nota: para la receta del "pan de espiga" comprar el libro:
Pan con webos fritos de Susana Pérez, Jesús Cerezo
El País Aguilar ISBN: 978-84-03-51306-8 Edición: 2013
Nota: para la receta del "pan de espiga" comprar el libro:
Pan con webos fritos de Susana Pérez, Jesús Cerezo
El País Aguilar ISBN: 978-84-03-51306-8 Edición: 2013