(esos libros del siglo XIX, tan "precisos" y "minuciosos")
En Extremadura nos comemos la piel del cerdo, no sólo frita y desgrasada en forma de chicharrones sino directamente cruda después de tostada por el fuego y raspada con unos granos de sal gorda y cortada en trocitos, siempre las zonas más finas y tiernas de la piel. O ligeramente cocida y adobada en pimentón, agua, sal, ajo, orégano. Se llaman allí “cortezas” porque de hecho es la corteza que recubre a un tótem gastronómico llamado cerdo.
Y luego está la piel crujiente y llena de sabor del cochinillo asado. Eso ya es golosina…
…Comedores de piel, esa piel desnuda, tierna y casi y humana que es la piel del cerdito.
En muchas regiones de china se prepara la piel del cerdo de forma semejante, adobada o crujiente o cruda con un poco de sal. Siempre he pensado que los extremeños somos bastante chinos o que los chinos son medio extremeños.
Pero pensábamos que íbamos a vender buen jamón extremeño al infinito mercado chino y va a ser las revés, en pocos años el jamón chino va a invadir las despensas españolas. Ya están en ello.
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