Two Crabs, Vincent van Gogh, 1889 |
Nos alegramos que el azar y la fortuna hagan chocar las galaxias
de la vida, que el amor nos envenene y produzca lo mejor de nosotros, que la
complicidad se alíe con el deseo para probar fortuna. Ahí están Luna y Tito
para demostrar que es posible celebrar que respiramos y que está vivo el mar.
Tiempo de verduras tiernas, brotes verdes y bulbos. Me
gusta el hinojo, el puerro y las cebollas incipientes, todo lo que está debajo
de la tierra y aún es blanco y dulce. Deshago
unos calçots y lo mezclo con manzana rallada pochada un poco con limón y
aceite. Destripo un gran buey de mar recién cocido y voy sacando las miguitas
hojaldradas de su carne junto con los jugos y el coral de su cabeza. Luego
cuezo al dente unos espaguetti y mezclo la pasta con el puré de las cebollas
tiernas, la manzana, el buey y unas láminas de ajo frito. Comida de fiesta,
pasta con mar y primavera dedicada a dos amigos amantes que tienen la fortuna
de vivir en lo que fue la Atlántida o el Paraíso de antes del diluvio o sólo una isla, su
casa.
Gracias, querido amigo, por sentirlo y alimentarlo con tus deliciosas palabras.
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