martes, 29 de septiembre de 2009

BESAR O NO BESAR X (y diez)

(Foto: Pavel Kiselev)

Las hijas del dios río Aquelaos y de la musa de la poesía Calíope, fueron Lidia, Partenopea y Leucosea. en griego seirên, derivado de la palabra seira significa lazo, cuerda, de ahí imagino el poder “cautivador” de las sirenas, que en época de los griegos no tenían cola de pez. Eso fue cosa de los clérigos de la edad media, parar borrarles el sexo.

Pero la pregunta trascendente desde Ulises es: ¿es peligroso besar a una sirena?, ¿cautivan tanto sus voces?. La cuestión no es el rollo ese de “ser o no ser” sino besar o no besar a una sirena. Esa es al final la cuestión. Algo positivo es que ellas no pueden contagiarnos de la gripe A. Si nos cautivan con su canto…¿qué más da?.

Hay que arriesgarse, todo en la vida es riesgo. Besar a una sirena tiene sus riesgos…ese saborcillo a algas, marea, salitre, arrecife, espuma de mar…

Yo una vez, hace mucho tiempo besé a una sirena, lo confieso, y estoy vivo. Me gustó tanto que desde entonces, cuando voy al mar o sueño con el mar la imagino a mi lado, nadando junto a ella mar adentro.

Si tienes oportunidad besa a una sirena, son mujeres igual que las demás pero nadan mejor, les gusta un poco más el pescado, tienen una voz extrañamente cautivadora, aman su libertad y el sabor de sus besos y su cuerpo es sutilmente salado.

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