Poco a poco van desapareciendo los tótem y tabú de la regla, “La
luna en tí” como tituló en un documental Diana Fabiánová. La menstruación
nos muestra la sangre que somos, el ciclo natural de la fertilidad. Me gusta el
diálogo de la película sobre la vida de Gil de Biedma. Él y su amiga Bel están
en la cama, el quiere complacerla:
- - Espera, tengo la regla.
- - ¿Qué problema hay? Soy un
vampiro.
-
Me gusta el color rojo de la vida, ya sea de la sangre que no sale
por las heridas o de las fresas en sazón del mes de abril.
Reconstituyente inmediato
tras acaloramientos motivados por gimnasias y magnesias: medio kilo de fresas,
un plátano, cuatro cucharadas soperas de azúcar moreno. Batir, dejar congelar,
sacar de la nevera, volver a batir con un poco de zumo de fresas hasta que tenga
la consistencia de un puré helado. Si el esfuerzo ha sido mayor o no tenemos
prohibiciones dietéticas se puede sustituir el zumo de fresas por
medio vaso de nata líquida.
Rojo es el mundo, lo fue desde el principio de la historia, y antes. Y a quién no le guste es que no entiende nada.
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