“Aunque se
tema que Dios ha muerto, el Hombre ha muerto, Marx ha muerto y que yo no me
encuentro muy bien… en algo hay que creer más allá de la existencia del colesterol”(1)
y más acá de la cocina sublime, deconstruida y trampantojera.
Así que uno debe seguir caminando, aún más ligero de equipaje que ayer, luchando por conseguir el pan, la sal y las palabras que nos mantienen vivos.
Así que uno debe seguir caminando, aún más ligero de equipaje que ayer, luchando por conseguir el pan, la sal y las palabras que nos mantienen vivos.
Por eso vuelvo a la
tortilla de patata con su poco de cebolla, donde no hay trampa ni cartón, ni
rebuscadas retóricas del materialismo histórico culinario, ni postmodernidad gustativa, ni regionalismos resucitados.
En la tortilla
está todo, el ombligo del mundo, el ruido de esta ciudad, la canción de Rodríguez, la desolación de encontrarme de nuevo sin nada, en la intemperie del
dosmiltrece, la cura de la arrogancia, el hogar de los sin casa, el alimento de
los que volverán a pisar las calles nuevamente... Como Sixto…
Así que me
refugio en el minimalismo asombroso de este festín de pobres con su perfecto
equilibrio de sabor, textura y memoria. La tortilla es la revolución en marcha,
la posibilidad real de hacer un milagro con cuatro ingredientes baratos, la reivindicación de lo sencillo y exquisito. Además
no la inventó ningún cocinero con diarrea de estrellas Michelin sino la necesidad y el ingenio de
un extremeño anónimo, no hace tanto. Un tío generoso que no cobra royalties por el asunto.
Fritas por
separado patatas y cebolla tierna y batidos tres huevos regalados, ecológicos y
feos, cuajo despacio este pequeño sol que me traerá de nuevo una sonrisa.
Quien
sabe hacer una tortilla puede resistir cualquier tormenta y todas las crisis. Quién regala belleza lo
tiene todo... ¿A qué sí Sugar Man?
(1) cita de Manuel Vázquez
Montalbán
por supuesto...todas las crisis y lo que venga...
ResponderEliminarHace tiempo vi un reportaje turístico sobre la ciudad de Málaga, mostraron un bar ( o un “gastrobar” como le dicen ahora) en el presentaba como aperitivo estrella una “tortilla de patatas deconstruida servida en una copa de cocktail ….¡¡¿ beberse una tortilla de patatas?¡¡ Estoy segura de que en la cocina moderna hay sabores y texturas deliciosos que yo nunca he probado, pero cuando veo a algunos lo que hacen y como lo hacen me suena lo mismo que gran parte del arte contemporáneo actual a……. “ El traje nuevo del Emperador” (N)
ResponderEliminarYo sólo quiero que deconstruyan todo el ladrillo que ha arrasado la costa y tantos paisajes del interior de este país. Tonto el que la hace (la tortilla deconstruída), más tonto el que la paga.
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