Hay desayunos de fiesta, políticamente incorrectos en este mundo de mousses y ligeresas. Once de la mañana. Una buena fuente de patatas fritas, sobre ellas cuatro huevos, también fritos y rotos, y por encima un buen puñado de lonchas finas de jamón ibérico.
Pero este no es
el desayuno sino su adorno. El desayuno es el pan, recién hecho, receta de webos. Unos panes de espiga que te has puesto a amasar, fermentar y hornear dos horas
antes del desayuno.
El desayuno es este pan que ahora pringas con hambre en las yemas color sol, un pan crujiente y fragante que acompaña el salado dionisíaco del jamón y el dulce descanso de la noche.
El desayuno es este pan que ahora pringas con hambre en las yemas color sol, un pan crujiente y fragante que acompaña el salado dionisíaco del jamón y el dulce descanso de la noche.
Desayunar es
sólo eso, romper el ayuno de muchas horas de oscuridad, pero no de reposo. Es un placer levantarse con hambre y
guisar esta comida de fiesta tan poco delicada y contundente. Abrir el vino,
brindar y sentir que por ahí arriba sigue girando la espiral de la Vía Láctea y
entre sus billones de estrellas está este sol que nos calienta y a la distancia
justa de este sol un pequeño planeta al que el azar llevó la vida.
Hay desayunos
de fiesta como este. Imprescindible el pan y el hambre. Abstenerse remilgadas o adictos a las dietas.
Nota: para la receta del "pan de espiga" comprar el libro:
Pan con webos fritos de Susana Pérez, Jesús Cerezo
El País Aguilar ISBN: 978-84-03-51306-8 Edición: 2013
Nota: para la receta del "pan de espiga" comprar el libro:
Pan con webos fritos de Susana Pérez, Jesús Cerezo
El País Aguilar ISBN: 978-84-03-51306-8 Edición: 2013
Gracias Gastropi
ResponderEliminarA tí.
EliminarEl desayuno es la mejor comida del día!!!
ResponderEliminarA veces sí, a veces no. Otro desayuno de fiesta es hacer unos buñuelos extremeños (son una especie de churro, pero más suave) y aliñarlos con una buena miel...
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