Ilustración de Luis Quiles |
Guiso muy
despacio muslos de pollo tikka, falafel y pisto de calabacín coloreado con
moras de agosto. Estas recetas nunca han descrito amores perfectos ni vidas
sublimes ni encuentros transparentes. La voluntad de quién escribe fue más bien
la contraria, la de constatar que no existe perfección, transparencia o vida
sublime en nadie y, sin embargo, apreciar y saborear lo que tiene la vida de
amargura y ridículo, de fragilidad perecedera y humillación del tiempo, de
impostura y fábula asombrosa en muchas sensaciones, recuerdos y sabores. Es verdad que a veces tocamos la
fortuna de instantes bellísimos de placer y de dicha, inventados, respirados y
mordidos, pero eso no significa nada más que tener también la seguridad que los
días por venir, y tantos del pasado, fueron nada o peor que nada.
Amar es
siempre un fracaso, pero también vivir lo es. El cuerpo y la memoria acaba
traicionándonos. Quizá por eso seguimos empeñados en burlarnos de toda esta
certeza dolorosa. Por eso aún amo y aún cocino, alimento y saboreo en una piel
o un plato el guiso de estar vivo.
Me dan pena
los que renunciaron a dejarse llevar por la marea del dulce de la piel porque
fueron traicionados o sufrieron por amor o descubrieron esa “nada” detrás de
algún abrazo. No me gusta quién se vuelve duro, impermeable o cobarde a los
instantes de belleza que nos regala el azar y el presente, quién se volvió
descreído, cínico o cauteloso ante el tenor de perder lo que siente seguro,
razonable y tan cómodo. Pero allá ellos si tienen tanta vida para derrochar en
aplazamientos y dudas, a mi apenas me queda el siguiente latido.
Me gusta el
pollo picante y que el picante del amor no necesite de agua o elixires que
diluyan su ardor. Ya sé que todos los amores son muchas veces ridículos,
mediocres y torpes. Ahí está lo bueno, en esa realidad cotidiana que también es
dulce y divertida. Si queréis o creéis que el amor es otra cosa leed novelones.
Si apetecéis puturrú id a un restaurante estrellado. Hoy aquí sólo tengo menú de diario y cerveza fría.
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