lunes, 8 de junio de 2009

LA CASA DE "EL MATÓN" EN JARAÍZ

La siguiente generación de primos

Dicen que la única patria es la infancia. La mía tiene sol, tiempo sin horarios, sabor a buñuelos, baños en el Tietar -entonces con agua limpia y abundante- mañanas y tardes de pesca en la garganta con mis primos, con caña o a mano, tanteando bajo las piedras la escurridiza forma de los peces. Una patria de sol, de sandías gigantes, santorrostros trepando por la pared, higos maduros, la puerta e una casa que chirriaba con un sonido tan especial que nunca se me borrará del alma, las paellas exóticas de la tia Mado, las historias de galápagos mágicos del abuelo Paco, la voz suave y dulce de la Abuela Anita y las canciones para dormir de la Abuela Ángela, que me cantaba cuando apenas tenía tres o cuatro años y aún recuerdo. Y el olor. Ese olor a verano y a las primeras tormentas de verano con truenos como bombas y rayos cercanos y ese no tener miedo, nunca, a nada.

La infancia es la única patria de los hombres y si esta fue feliz, luego, ya de adultos, cualquier tierra del mundo es nuestra patria. La mía fue feliz. Por eso me encuentro siempre bien en cualquier parte, en cualquier país, en cualquier ciudad.

Ayer nos reunimos todos los primos de nuevos en esa casa. Hicimos buñuelos y paella y volví a sentir la patria de mi infancia. Y esa sensación entre los primos de que, aunque haya pasado tanto tiempo, tantas cosas, tantos cambios, aunque tengamos ya vidas distantes, hay un espacio común reconocible, nítido, transparente y cercano que nos une.

2 comentarios:

  1. Creo que fue Rilke quien popularizó esa idea de la infancia como verdadera patria y, quizás, única. No sé muy bien si por rechazo al nacionalismo patriotero o si por el afán de bucear hasta los orígenes de sus afectos. O por las dos cosas (o por otras).

    Aunque me gusta escuchar constantemente lo que me dice el niño que era, o lo que queda de él (o lo que fantaseo que queda...), y me gusta auscultarlo en los demás con curiosidad un tanto psicoanalítica, la verdad es que no deseo volver a las dependencias y circunstancias volubles en las que se halla uno como infante. Ni siquiera la libertad y las evasiones de aquella edad las veo con mayúsculas porque, probablemente, cada época de la vida te proporciona dosis de buenas cosas siempre con minúsculas.

    Pero he ido al Matón y sé que allí se respiran jaras y tomillos, que el agua mece tus pensamientos y refresca las pantorrillas, que los jabalíes y los pardales te vigilan, que te aguarda la siesta bajo las parras. Y me puedo imaginar fácilmente todo eso con niños cómplices y sin obligaciones. Quién sabe si hay dichas mayores.

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  2. Club Molt Distingit Cuiner
    46009.-Valencia.

    Para todos los que les interesara saber sobre la paella, -decir, que en gastronomía, todos los arroces condimentados con la “paella sense mànec” (paella sin mango), pueden denominarse paella, pero el calificativo de PAELLA VALENCIANA, solamente se le dará a las paellas condimentadas con arreglo a la genuina –recepta-(receta) de la PAELLA DE LA PARRETA. Un ruego, puede que hayan probado en alguna ocasión paella, no emitan ninguna opinión, hasta que la hayan probado en algunos de los privativos restaurantes donde se sirve la paella condimentada con arreglo a la genuina receta de la Paella de la Parreta.
    Juan B. Viñals Cebriá.-presidente

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