lunes, 4 de febrero de 2013

MACARRONES CON CONEJO DE MONTE

(Pintura de Joan Miró)


En estos últimos días de la temporada, antes de que los almendros se llenen de flores y luego los espinos y más tarde los cerezos, guiso una pasta potente, con sabor a monte y salvajina, a invierno y ventisca, leña ardiendo y caza.

Estofados los conejos de monte, deshueso su carne a la que añado un picado de asadillo de morrones, un sofrito de cebolla y trompetas de la muerte, un tomate rallado y un machado con los higaditos salteados, almendras crudas, pimienta, tomillo, un diente de ajo y un chorro de jerez oloroso. Mezclo esta picada con los macarrones muy al dente, añado pan rallado, parmesano y doro al horno el guiso. Adorno luego la crujiente corteza de los macarrones con perejil frito.

Es un guiso para los días de febrero que amenazan nevada y necesitamos recordar alguno de esos sabores que dan la felicidad.