martes, 24 de febrero de 2015

TORTILLA DE GAMBAS ALEXITÍMICAS


Foto de Sarah Bahbah

¿Decir te quiero?, ¡qué pereza! suena a comida rápida. Prefiero guisarte una tortilla de gambas.

En este país, por sus peculiaridades culturales y su historia reciente hemos tenido dificultades para expresar nuestras emociones amorosas. A esta dificultad de expresión verbal y escrita para transmitir nuestro afecto a quien amamos, estimamos o deseamos se llama “alexitimia”. La persona que amamos (y nos ama o puede amarnos) espera esa expresión verbal elaborada, la necesita, desea ser seducida por ella, pero esa expresión no se produce. La pérdida de esta retórica y de esta narrativa se sustituía por los más tópicos discursos literarios, radiofónicos o televisivos y así íbamos tirando.

Pero los nuevos espacios virtuales para conocer, ligar y ser ligados, obligan a un dominio alto, sofisticado, de la expresión verbal y escrita. ¿Hemos dejado de ser alexitímicos?, ¿seguimos plagiando los guiones de las películas y de la literatura popular?, ¿hemos aprendido a decir y escribir lo que sentimos?, ¿aparecerán pronto app que sustituyan nuestras palabras y solucionen esta necesidad? ¿qué palabras y expresiones utilizamos con más frecuencia para decir “te quiero” sin utilizar tan sobadas palabras? ¿cómo investigan los sociólogos y sociólogas todo esto? 

“Díselo con un diamante”, decía hace unas décadas cierto slogan viejuno pero muy perspicaz. Las marcas, aprovechando este drama o carencia, nos quieren vender de todo.

Pasar de la alexitimia a Meetic, de la timidez verbal o la afasia amorosa al ligoteo global es todo un salto moral sin red. Todo un mercado por explotar. Ya comienzan a aparecer modernos Cyranos de Bergerac de pago. En la película “Her”, el protagonista Joaquin Phoenix se enamora de una App, pero su trabajo es expresar con palabras cálidas y elaboradas los sentimientos de otros y que esos otros las pasen por suyas.

La tortilla de gambas es más fácil: dos buenos huevos, una cucharadita de perejil frito, seis gambas peladas y crudas, pizca de sal. Cuando te la guise para cenar ya sabes lo que quiero decir, yo paso de Neruda o de Becquer, soy alexitímico pero un buen cocinero.

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