jueves, 8 de marzo de 2018

HUEVO A LA DIÓGENES


(ilustración de Tjalf Sparnaay)

“Busco a un hombre” decía el sabio Diógenes de Sínope con una lámpara encendida, de día, en medio de la ciudad Atenas. 
A uno, sin ser un sabio, casi le apetece decir lo mismo “busco a un hombre que sepa freír bien un huevo” y salir como Diógenes, con una sartén en la mano o algo así. Es muy difícil encontrarlo. Yo llevo ya un cuarto de siglo buscando y nada, me saben hacer una tortilla deconstruída,  un poché al aroma de aceite falso de trufas y hasta una tortilla con patatas fritas de bolsa, pero en cuanto me dicen que me van a hacer "eso", esa ¿tortilla?, salgo corriendo espantado buscando, no ya a “un hombre”, sino a un policía y a un juez para que les metan en la cárcel, a ser posible, con cadena perpetua y grilletes, por atentar contra mi paladar.

¿Y porqué no enseñan en las escuelas, en los institutos, a los chicos a freír un huevo y otras mínimas sabidurías de supervivencia hogareña y cultura general?. Pero claro, a los ministros no se les ocurre, prefieren que se siga enseñando superstición, religión, ufología o como se llame ahora esa cosa del dios monoteísta, cantar a las banderas, saberse las andanzas resumidas de Fernando VII o la lista de los poetas del 27.

Pero la educación en España les importa a los gobiernos un webo (sin freír), ¡manda webos! decía el otro cocinillas, ahora embajador. Eso, mucho mandar pero poco freír, de eso no entienden. Uno, en las oposiciones a ministro, sería lo primero que preguntaría:¿sabe Usted freír bien un huevo?... ¿no?, pues ¡a freír espárragos!, ¿si? ¡Pues ministro de educación! Y la nación, ale, a progresar, desarrollarse, conquistar los mercados y todo eso.

Se dice que Diógenes murió de un cólico, por haberse comido un pulpo vivo (no es broma) y uno piensa, tan sabio, tan admirado por Alejandro Magno, ¿y no sabía que está mejor el pulpo “a Feira”?, ¡ten sabios para esto!, todos se caen del pedestal por el mismo sitio. Mejor no invitéis al ministro nuestro a comer pulpo, por si hace lo mismo, pensando que así es el sashimi, la innovación y la cocina moderna, le da una diarrea miserere, dimite y nos ponen a otro peor.

Voto por “cocina y ciudadanía”,  como asignatura obligatoria, y que sea dura, de hacer integrales para deducir la transmitancia térmica entre el aceite de freír y el huevo, por ejemplo.

Tjalf y sus webos


4 comentarios:

  1. Siempre me he considerado una mujer de izquierdas, pero ahora no se ni donde estoy. Si escucho Intereconomía lo tengo absolutamente claro, pero cuando salgo a la calle y veo lo que la izquierda ha hecho de Andalucía me dan ganas de llorar (pero llorar de verdad porque recuerdo la alegría de mi padre, que vivió casi toda su vida en una dictadura, cuando el PSOE ganó las elecciones o la alegría de mis vecinos y de mis primos mayores cuando el reféndum de la autonomía) y como dijo Lampedusa todo ha cambiado para que todo siga igual, un cortijo para estos que se llaman a si mismos de izquierda. Aunque si lo pienso bien yo si tengo claro donde estoy, pero lo peor es que ellos también pero desde luego no en la izquierda. Fijate todo lo que da de si un comentario sobre cocina..... fuera todos y toda los que no sepan freir un huevo ni hacer la "o" con un canuto. Yo mientras sigo comiendo huevos bien fritos, que por cierto si que me salen bien, y por supuesto bien acompañada (yo y los huevos).

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  2. Siento que los de "a pie" no hemos cambiado de lugar en la zurda, pero debemos ir pensando, imaginando y luchando por una democracia más directa porque los delegados e intermediarios no juegan siempre demasiado limpio, ni cumplen lo que dicen. La política es siempre un servicio a los demás y no una profesión y mucho menos un pretexto para robar o enriquecerse. Ya no somos analfabetos, las nuevas tecnologías permiten que información y decisión viajen raudas y seguras, nos gusta además decidir aquello que nos afecta por nosotros mismos ¿porqué seguir con un teatro, unas formas, una representatividad del siglo XIX?... El dinero no utiliza las formas y ritmos del siglo XIX, ¿porqué la responsabilidad del ciudadano sigue siendo delegada en unos extraños?... Encima, descubrimos... que no saben freír un huevo, ni cuánto cuesta un café, ni qué significa trabajar ahí fuera... o estar en paro...

    Yo me alegro que estés bien acompañada y que domines la hermosa ciencia de freír bien los huevos y que sigas siendo una mujer de izquierdas. Felicidades hoy, por se tu día. Y todos los días.

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  3. Amigo mío: le dejo algo rico, algo viejo y algo frito. Mal estará que uno mismo se enlace pero la ocasión merece la pena. Espero disfrute de las instrucciones en vinilo de época. Así se hace un huevo frito. http://gastromimix.blogspot.com/2011/04/angel-muro-vinilo-libro-y-restaurante.html

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  4. Disfruto de nuestro Angel Muro (en reedición barata). El restaurante Zaragozano me lo apunto. Disfrutar, disfrutar... porque... sino disfrutamos, ¿qué queda?... apenas casi nada...
    Merci por tu enlace.

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