Nos queda resistir
y cocinar lo que se pueda. “Arroz y lo
que dé el campo”. Eso decía Heliodoro, el amigo cazador y marxista de mi
abuelo Fernando cuando hablaba de otros tiempos y otras "hambres".
Hoy toca arroz
con hongos. Sofrío en una
nuez de mantequilla un poco de cebolla y un diente de ajo, añado después los
boletus que he sobredorado a la plancha, las trompetas de la muerte y el arroz bomba para "nacararlo" un poco.
Pongo luego el agua suficiente y a esperar. No añado nata ni Parmesano, si acaso
al final, en el reposo, unas virutas de foie hechas con el rallador de agujero grueso, tengo un hígado de oca crudo congelado para estas ocasiones. Hay que
intentar, aún en la carestía, “ser sublime sin interrupción” que diría Baudelaire.
Luego paseo
sin blanca por Madrid, al estilo Jorgito Orwell en sus tiempos mozos y veo el
precio de las amanitas en un mercado pijo y no me escandalizo. Eso sí, las oronjas
que me he zampado tantas veces tenían mejor pinta. Constato que la especulación
financiera ha llegado también hasta las setas porque a mi amigo Victor se las
pagan a un euro. Los economistas "modelnos" lo llaman ingeniería financiera, yo
lo llamo igual que lo llamarías tú o don Carlitos Marx.
¿ Hay algún sitio donde hoy en día no haya llegado la especulación y el rapiñeo? Y si lo decimos más claro el robo y el abuso. Que pena, a donde les hemos dejado que nos lleven. (N)
ResponderEliminarAsí es....
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