Uno se siente
a veces un Apicius amante del lujo y el derroche, pero como la cosa económica
anda también igual que una ruina romana, echo mano del agro generoso: puerros,
patatas, cebollas, boletos y amanitas de los césares de los que el campo provee
con generosidad a quienes no tienen un duro pero si ingenio, saber y buenas
piernas. En el mercado
estaban hoy a cincuenta euros pero en mi bosque a nada.
Si eres rico y
gourmet mandarás a la asistenta al mercado a por esta golosina. Si eres pobre y
glotón pasearás con un bosque de castaños y robles respirando la fragancia
fresca y dulce del otoño y descubrirás las amanitas con la emoción con la que
descubre una teta un enamorado.
Sofrío en
buena mantequilla, a fuego lento, una cebolla recién arrancada y tres puerros
grandes y blanquísimos, todo muy picadito. Añado cuando están algo dorados una
buena patata cortada a la inglesa y medio litro de caldo de verduras. Cuando
está todo bien cocido, lo paso por el pasapuré y el chino y añado casi nada de
la mejor de las natas. Cuando la crema de puerros está templada añado por
encima un edulis grande que he rallado en grueso y marcado en la sartén con sal
sólo un minuto.
Las amanitas
sin nada, limpias, cortadas en finísimas láminas y sobre ellas un buen aceite
de oliva y cristales de flor de sal. Hay que saborearlas despacio, engolosinado, montaraz y clásico
Y de remate
dos pequeños salmonetes fritos, el monedero no da para más.
Cena de lujo
romano. Siento que ahora el latín me sale más fácil. Me vienen a los labios
glotones todas esas palabras que se dicen cuando uno está en la cama en compañía
y quiere nombrar de forma culta lo que inventa el deseo. Ya sabéis. Buenas noches.
!Que comida más rica nos haces imaginar! Si sabes cocinar los manjares tan exquisitos que nos cuentas, mucha suerte tienen los comensales que se sienten en tu mesa. !Enhorabuena por tu blog! ! Me encanta!
ResponderEliminarGracias A., me alegra que te guste.
EliminarRica comida para el Cesar d la Vera, que magnifica despensa otoñal cuanto te envidio. Saludos desde la Giralda.
ResponderEliminarEs verdad. El microclima de La Vera nos ofrece un montón de setas que se dan en latitudes más frescas y húmedas. Es un privilegio que hay que mantener y cuidar. Los bosques son la vida.
ResponderEliminarAcabo de descubrir este blog y ya estoy enganchada.
ResponderEliminarMe encanta cocinar y la comida pero me gusta aún mas el buen gusto.
Mi mas sincera enhorabuena