jueves, 26 de julio de 2018

GUISO PARA GERDA Y CAPA


Gerda murió un día como hoy del 37. Y hoy, en memoria de tantos españoles que se exiliaron en América , cocinas tiras de secreto ibérico con salsa cajún. Para la salsa: ajo machado, cebolla machada, pimienta negra, blanca, tomillo, orégano, pimentón dulce, ají picante, vino blanco seco, un poco de aceite de oliva, una cucharada de miel de romero, un puñado de cacahuetes triturados. Mantienes en esa salsa la carne durante unas horas y luego asas las tiras sobre una plancha de hierro muy caliente. Esta cocina cajún tan de crisol, medio española, francesa, africana, piel roja, tan sencilla, campesina, rotunda, intensa, elegante... La acompañas con una ensalada de pimientos asados con cebollas tiernas. Seguro que el guiso le gustaría a Gerda.

Se amaron como se aman esas raras parejas que son muy afines y también muy distintas. Gerda Taro y Andrei Friedmann. Los dos eran Robert Capa, fotógrafos, amigos, compañeros, amantes, socios. Capa no hubiera existido sin ella. Mucho se ha escrito de Robert y muy poco de Gerda, apenas dos cortas biografías de una gran fotógrafa de guerra, ¿la primera?. Ahora por fin reconocida, recuperados muchos de sus negativos en esa famosa “maleta mexicana”. http://www.maletamexicana.com/spanish/

Sin embargo hoy la traicionas porque son unas fotos de Andrei Friedmann las que muestras y no de ella. Y unas fotos que no denuncian ninguna guerra sino que sólo expresan, con una ternura y una delicadeza infinitas, el amor. Gerda murió atropellada por un tanque, Andrei-Capa mucho años después al pisar una mina. Pero esta es otra historia. Él era bronco, bruto, inconsciente, dicharachero, mujeriego, vividor. Pero ahí, en esta imagen, intentó meter todo su amor por Gerda. Y lo logró.

Hoy te ha estremecido el azar de encontrar esta imagen de Gerda, abandonada al sueño, en esa cama pequeña y desmadejada que comparten, ojerosa, muy cansada, abrigada por ese pijama de hombre que es el de él. Y él allí, detrás, conmovido, admirado, mirando su cuerpo y su sueño durante mucho tiempo hasta que coge la Leica para que su mirada de enamorado no desaparezca nunca. Clic.

Hay muchas fotos de besos, abrazos, caricias o cuerpos desnudos que intentan mostrar de forma explícita el amor y el deseo. Pero prefieres esta. Gerda dormida.


2 comentarios:

  1. Pero ¿cómo es posible esa exquisitez en tus palabras...? qué belleza, me emocionas, me conmueves, me aturde tu sensibilidad... maravilloso.
    Se te admira desde Italia.
    Juana

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