Foto de Angel Tovar y Delia Angulo |
A veces volver
a la civilización es volver al origen y desde ahí reconstruirlo todo de nuevo
como hizo Robinson Crusoe en alguna isla sin nombre del archipiélago de Juan Fernández.
Somos omnívoros, comedores de bichos, hierbas, moluscos y frutillas, curiosos
por probar sabores nuevos y oportunidades nuevas para alimentarnos y alejar el
hambre de los cuerpos y los sueños.
No comas nada
que no hubiera reconocido tu bisabuela peruana, china, africana, extremeña. Y
eso hago.
En las islas Canarias,
donde sin duda alguna vez estuvo la Atlántida o sus náufragos, aún saben comer.
Ya se va perdiendo la costumbre. La gente se nutre o se alimenta, pero comer
comen pocos, comer con tiempo y compañía alimentos sin trampa y con muchos
miles de años ofreciéndose en las mesas por casi nada, apenas el
esfuerzo de saber recogerlas y saber cocinarlas. En las Islas Canarias sus gentes
aún saben comer.
Fue por tanto
una sorpresa descubrir hace pocos años esta golosina humilde y riquísima. Un
plato de lapas adornadas con cuatro gotas de mojo y alguna papa peruana.
No comas nada
que no hubiera comido y reconocido en tu plato tu bisabuela chilena, noruega,
filipina o canaria. Y eso hago.
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