miércoles, 10 de febrero de 2010

SOPA DE AJO Y LUA (LUNA)

Recupero la sopa a falta de tu cuerpo y tu voz. Te imagino cocinando esta sopa dentro de muchos años. Me imagino saboreando tu sonrisa y tu olor junto al mar.

Por amor recupero esta sopa (que me perdonen Manuel Domínguez y Pedro Espinosa del Lua por el plagio), esa riquísima sopa de Ajo con Yema de Huevo Escalfado, Palomita de Arroz Rojo y Trufa Negra que me hizo feliz.

Fileteo y doro de unos ajos en un poco de aceite, añado daditos de jamón ibérico, una pizca de pimentón, pimienta y caldo y luego pan de hogaza del Guijo y dejo cocer despacio mucho tiempo, trituro la sopa y la paso por un chino, pruebo de sal y muy caliente añado una yema de huevo de verdad, un chorreón de aceite de trufas de verdad, unas palomitas de arroz rojo (que hago en una sartén caliente de hierro sin parar de mover el arroz hasta que explota) y mínimas virutas de jamón. Difícil o fácil, sofisticado o sencillo solo son adjetivos, tantas veces inútiles.

Quiero ver la lua junto al mar y junto a ti en un pueblo pequeño da Costa da Morte. Quiero ver la luna junto al mar y junto a ti en Punta Lobos o cualquier otro lugar del Pacífico. Quiero que me hagas esta sopa en Brookyn, en primavera, mientras suena el viejo Reed en algún sitio. Quiero hacerte esta sopa en esa isla de Robinson antes del exceso de una langosta grande a la parrilla con picante, mientras la lua ilumina tu cuerpo de luna y pone en tu voz lo que hoy no sé escribir.

Sopa de ajo contigo. Sobra cualquier otro recetario.

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