martes, 9 de marzo de 2010

DOS PERRITOS EN WALL

Lo siento. No se puede ser sublime sin interrupción. Cuando voy a NY me inflo a perritos calientes de todos los tamaños, tipos y sabores. Los mejores son los puestos junto a Wall Street. A mi me gusta grandes, picantes y con cebolla. Te comes un perrito a la sombra siniestra del rascacielos de un banco y da menos miedo que allí trabaje el diablo. No dudo de que estén hechos de grasa de foca, colesterol verde, proteínas de soja transgénica, cerdos de dos cabezas, sal con bromuro y salsa de tomate marciana, cebolla sulfurosa... pero están muy ricos. Mejor con una cerveza fría (que uno lleva en la mochila) que con cocacola, dejamos de ser sublimes pero no caemos tan bajo... Dos perritos, dos cervezas, un buen libro y a esperarte en ese café de los muelles, junto al Hudson.

3 comentarios:

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  2. Siiiiiii, También a mi me encantan los perritos, choriquesos y demás, he comido muchas cosas raras por este mundo ancho y extraño. No soy integrista en nada.

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