martes, 27 de abril de 2010

PECHUGAS HUACATAY

Hierbas antiguas, sabores nuevos. Es deslumbrante la cantidad de hierbajos que en todas las culturas utilizamos para cambiar el sabor de los alimentos. Y curiosa la valentía de los primeros que se atrevieron a probar esas malas hierbas de olores penetrantes, raros o sutiles que lo mismo podían ser una delicia que un veneno.

Nada como el perfume fuerte y refrescante del huacatay que se parece a una mezcla de menta, albahaca, coriandro. Ahora venden ya en España la pasta, pero nada como el huacatay fresco mezclado con el zumo de una lima pequeña, un poco de aceite, un poco de ajo, otro poco de menta y sal. Tráeme un manojo de chinchilla (también se llama así en Perú). Un simple filete de pechuga de pollo a la plancha y un poco de puré de huacatay por encima y el pollo ya es otra cosa, manjar de Incas, carne refrescante, sabor extraño y rico. Las próximas truchas que pesque las haré con salsa de huacatay. Cocina extremeña-peruana, porque no todo entre nosotros va a ser conquista y exterminio. Truchas de Extremadura y chinchilla de Lima.

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