Me dices que hemos olvidado
algo importante, el oscuro y verdadero significado del nombre de las cosas.
Como cuando a esos inmensos cultivos de árboles les llamamos bosques. Bajo y
dentro de las repoblaciones de eucaliptos y pinos hay poca vida y casi nada de
belleza. Un inmenso manchurrón verde en el paisaje. Luego llega el fuego, como
todos los años y ¡ay! No echo la culpa a nadie, pero si quieren hacer
plantaciones, mejor de cebollinos y tomates, que de eucaliptos y pinos, al
menos se comen y no se queman. O mejor plantar robles, alcornoques, encinas,
madroñeras… y que ser cabrero sea una buena profesión… y que plantar nuestros
árboles autóctonos y cuidarlos luego sea una regular actividad escolar...y...
Y si me dijeras pide un deseo, te pediría un rabo de nube… Pero no estamos cerca del mar ni en la
región de los tornados. Ni siguiera hay nubes por el horizonte sino una calima
tórrida que en unas horas envolverá nuestro mundo. Con minuciosa precisión de
energúmenos nos estamos cargando el clima, tras arrasar paisaje, bosques de verdad,
ríos… el mar.
También me enseñas a hacer huevos nube. Separamos las claras de las yemas y batimos las primeras a punto de
nieve. Colocamos las claras batidas sobre una papel de horno, en porciones de
tamaño de un huevo frito y hacemos pequeños huecos en el centro para poner
luego las yemas. Las horneamos a doscientos grados cinco minutos. Sacamos del
horno y añadimos en el centro de cada nube las yemas y las ponemos dos minutos
más al horno. Luego, ya en el plato, dos para cada uno y virutas de jamón por
encima y pan tostado y tiempo por delante y recordar el significado verdadero de palabras como "bosque" y...
Hola,
ResponderEliminarcreo hay un error gramatical, a saber:
"Luego llega el fuego, como todos los años y ¡hay! (...)"
Ese "hay" quizá debiera ir sin "h".
Saludos,
Jose
Gracias Jose.
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