Hoy de nuevo comida y cine.
Hay películas que nunca me cansaré de
ver una y otra vez.
La música de estas tres películas, de John
Rubinstein, de Marvin Hamlisch y de John Barry se nos quedan enredadas en la memoria
más dura y en estas historias la comida está en muchas escenas y señala momentos
importantes para entender las emociones que viven los protagonistas…
Hoy recuerdo a Sydney Pollack, tal vez
porque ayer vi “Las Aventuras de Jeremiah Johnson” y hace nada “Tal Como
Éramos” y “Memorias de África”.
…El tasajo de oso que devora Jeremiah
cuando entra en la cabaña del viejo cazador ermitaño y con el que luego, años
después, ya convertido en un experto hombre de la montaña, comparte un conejo
asado…
…O la primera cena que prepara Katie
(Barbra Streisand) al que será el amor de su vida (Robert Redford), en esa minicocina
neoyorkina...
…O esa otra cena en la gran casona
africana que le prepara Karen (Meryl Streep) a Denis, empeñada ella en que los
sirva el camarero negro con guantes blancos. Luego la velada se alarga con
copas y cuentos a la luz de la chimenea…
Gracias Sidney.
En esos momentos hay magia, silencio,
pocas palabras. Todas esas películas hablan del tiempo y de cómo el tiempo
cambia muchas cosas, pero no otras, no las que importan.
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