miércoles, 23 de septiembre de 2009

COCINILLAS SOSPECHOSOS

(En la foto Anthony Bourdain uno de mis cocinillas preferidos)

La cocina india, la mexicana, la china…aunque tendríamos que hablar de las cocinas de la India, las cocinas de América, las cocinas asiáticas que hacen enloquecer de placer a cualquier glotón curioso sin prejuicios. GLOTÓN-CURIOSO-SINPREJUICIOS: alguien muy raro al que le gusta comer sin hambre, que le entusiasma lo nuevo, los sabores, texturas, olores desconocidos y que no hace ascos ni melindres a sabores o alimentos que no pertenecen a su cultura gastronómica.

Nos miramos el ombligo en la nueva cocina europea y española deconstruída, molecular, reinterpretada…, nos creemos mundanos porque visitamos restaurantes más o menos “étnicos” en nuestra ciudad y porque comimos “algo raro” en el restaurante del hotel en vacaciones pero somos cada día menos GLOTONES-CURIOSOS-SINPREJUICIOS y más DIETÓLOGOS-CONSERVADORES-LLENOSDEASCOS. Admiramos el Bulli y cenamos precocinados, nos entusiasma tito Arguiñano pero no nos acercamos a una sartén ni aunque este dentro dorándose Megan Fox. Si, claro, hablo a los chicos menores de cuarenta porque a los mayores de cuarenta les doy por perdidos.

Hablo desde las estadísticas, las medias, los grandes números que indican eso, que el mejor amigo del hombre de hoy es el congelador y el microondas. Es curioso como las mujeres, menores de cuarenta, que repudiaron el tradicional rol de ama de casa (y hasta sus madres les echaron de la cocina), son las que hoy hacen cursos y cursillos de aprender a cocinar, compran libros, siguen a los cocineros mediáticos, se preocupan por conseguir cocinar R.S.F. (rico, sano fácil de hacer), no se conforman con ser incompetentes en ningún campo de su vida familiar, laboral, personal, intima....

En un estudio comparábamos los contenidos de varias revistas típica y tópicamente orientadas a la mujer moderna, actual, urbana, ¿joven? (Menor de 40) con las revistas típicas y tópicamente orientadas al hombre de hoy, urbano y ¿joven? (menor de 60)

En las primeras los contenidos eran del tipo “como ser la mejor en”: maquillarse, vestirse, hacer el amor, viajar, seducir, ascender, cuidar a ellos, cocinar, leer, comer, adornarse, divertirse, trabajar… en las segundas los contenidos eran: tía buena, coche chulo, gadget tecnológico para jugar, cosmética para parecer que no se usa cosmética, la marca de vino o bebida de alta graduación de moda, donde tocarlas a ellas para que les guste… No me extiendo. El comer, el cocinar, el saber sobre los alimentos ocupaba varias páginas en las de chicas y prácticamente cero en las revistas para chicos salvo las dedicadas a “que restaurantes de moda visitar (para quedar bien con ella)”.

Igualdad, conciliación de vida familiar y laboral, compartir tareas del hogar, superación de roles tradicionales…me da la risa floja o la risa tonta o la risa de cabreo ante tamañas ideas políticamente correctas, tópicos utópicos.

Si, claro, todo conocemos la excepción a la regla, pero los “cocinillas” (utilizo precisamente ese adjetivo que sigue siendo peyorativo), los que concilian, comparten, superan o lo intentan los roles de género son unos malditos, apestados, invisibles, sospechosos, mirlos blancos, poco cotizados en el mercado laboral, social, amoroso, unos raros de los que se desconfía, unos marginados, unos tontos.

Dejo el tema… prefiero seguir pensando en la cocina india, la mexicana, la china…en seguir intentando ser un cocinillas glotón, curioso, sin prejuicios. Nadie es perfecto.

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