lunes, 11 de enero de 2010

RIÑONES EN SALSA DE PIÑONES

De nuevo una receta de mi tierra. Vísceras, tripas, casquería, palabras feas hoy que solo el músculo magro nos parece alimento sano y noble. Pero también somos eso y cuando pongo el oído en tu vientre escucho su funcionamiento, su destilación tranquila, la digestión de lo comido y lo soñado. Me gusta la música de tus tripas porque suena a la vida. Descubro la elegancia invisible de la digestión ahí debajo de tu ombligo, de tu piel blanca de sirena de incógnito, de tus curvas de bruja apetecible.

Pero no se si te gusta algo de la casquería que inventaron los nuestros, unos riñones en salsa de piñones por ejemplo que hago con un poco de salsa de tomate a la que he añadido orégano, cominos machados, cebolla y ajo rallados. A la salsa sumo otra salsa hecha con un puñado de piñones crudos bien machacados, media cucharadita de pimentón de la Vera, una yema de huevo y un poco de jerez seco. A parte salteo en un poco de aceite de oliva muy caliente una docena de riñones de cordero bien limpios, cortados en cuatros y cuando están dorados añado la salsa, un poquito más de Jerez y un clavo y dejo templar hasta que está el guiso a punto de hervir. Entonces lo retiro del fuego y te lo sirvo con unos picatostes y arroz blanco.

No se si te gustan los riñones. Ahora me lo dices. Imagino que si. Porque no sólo somos músculo y piel, también nos embellece la grasa y las vísceras que nos hacen reales y convierten los alimentos en energía, nutrientes, sueños, palabras. Acaricio tus vísceras escondidas bajo la piel, las beso, las amo, escucho sus susurros extraños y tú te ríes porque te hago cosquillas o porque te digo que tengo que hacer un poema a tus tripas, tu vientre, tus vísceras. Pero no puedo. Ya lo escribió Miguel Hernández con las palabras más bellas del mundo: Menos tu vientre, todo es confuso. Menos tu vientre, todo es futuro fugaz, pasado baldío, turbio. Menos tu vientre, todo es oculto. Menos tu vientre, todo inseguro, todo postrero, polvo sin mundo. Menos tu vientre, todo es oscuro. Menos tu vientre claro y profundo.

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