jueves, 26 de octubre de 2017

LA COCRETA, perdón, LA CROQUETA...


(Marian, Fernando y yo, croquetívoros, en la solana de la casa de la abuela Ángela)
Sí, hay casi tres millones de entradas con la palabra en Google pero… es la gran pregunta del siglo. ¿Por qué las madres o abuelas no enseñaron a sus hijos e hijas a hacer croquetas?, ¿Qué pasó?... Ayer me lo confirmaba Maite, ella tampoco aprendió y su madre, por edad, ya no las hace porque las ha olvidado. Nadie de mis amigos y amigas sabe hacerlas. Tienen ese vacío inmenso en su formación, esa vergonzosa tara, ese gran defecto, esa terrible laguna cultural de la que se aprovechan los vendedores de croquetas industriales. Así que en cuanto van a un restaurante y leen esa mentira de “croquetas caseras” caen en la trampa… y en las sucesivas trampas de las croquetas precocinadas de la sección de congelados. Siempre me dicen “me tienes que enseñar”, como quién pide el secreto de la felicidad.

Cada madre y abuela cocinera tenía sus recetas de ricas croquetas. ¿Cuántas maravillosas recetas se habrán perdido de esta magistral mezcla de hidratos de carbono, proteínas y grasas?, ¿para cuándo la asignatura de croquetas en el Bachillerato?, ¿No sería mejor gastar el dinero de los aviones caza F-35 en cursos de croquetas caseras?

Como en Blade Runner, he visto cosas que no creeríais. He visto algunos anuncios en la sección de contactos, amores y amistad: se busca cuarentañera disponible que sepa hacer croquetas. No te prometo amor pero si ternura y hambre y... ningún miedo a engordar”

4 comentarios:

  1. Bueno, yo cumplo todo lo de tu anuncio, menos una caracteristica, cachis...

    que ternura de foto, por favor!

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  2. Muy buen relato y cierto!!!la foto entrañable!!! del anuncio, hago las croquetas de mi madre, desde pequeña oigo que las mejores!!!y voy por ahí en la edad, problema..te las puedo hacer pero mi corasssson!!!! esta ocupado. Ah!! prometo engordarte!:))) gracias!!

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  3. Cuarentaña con madre y abuela croqueteras, aprendiz de fogones, engordadora de amigos cobayas, sin necesidad de promesas y con dulzura, se ofrece a cambio de un buen arroz a banda, a preparar unas "cocretas" como dicen en mi pueblo.

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  4. Sobras de la carne un buen cocido, una buena bechamel en que mezclarlas, rebozar con huevo y pan y freir en aceite bien calentito, el misterio está resuelto. Quizá sean demasiadas cosas para hacer sin estar preparado para tan ardua tarea. En familia somos croqueteros, y también torrijeros (¿alguien se acuerda de como se hacen las torrijas?).

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